Está entre los nombres importantes de la Nueva Canción Chilena, pese a que, en el caso de Rolando Alarcón, sus canciones han trascendido más que su biografía y figura. La popularidad de su obra está fuera de discusión: algunas de sus canciones incluso están en los libros de pedagogía Básica, con “Doña Javiera Carrera” o “Mi abuela bailó sirilla” empleadas como ejemplos de ritmos regionales en la formación escolar chilena. El suyo es un catálogo injustamente perdido, pues salvo en recopilaciones folclóricas —donde se recoge su trabajo con el conjunto Cuncumén en el comienzo de su carrera—, las grabaciones de Alarcón son hasta hoy difíciles de encontrar.
Fue hijo de una maestra primaria y de un minero. Siendo niño, su familia se trasladó desde la localidad de Sewell —entonces ciudad minera ubicada en la comuna de Machalí a 150 km al sur de Santiago y a 64 km de la ciudad de Rancagua— a Chillán, donde transcurrió gran parte de su formación hasta titularse de docente en la Escuela Normal de la ciudad, destacando en la parte musical como intérprete de piano, y ya para la década de 1950 llegó a Santiago, donde hizo clases en escuelas y liceos públicos. En 1955, y como resultado de una de las veraniegas Escuelas de Temporada que dictaba Margot Loyola en la Universidad de Chile, nació el conjunto Cuncumén, con Alarcón como director artístico. Ocuparía el cargo durante siete años, tiempo en el que el grupo folclórico hizo extensas giras por Chile y Europa, y grabó tres discos.
En 1962 y tras una gira por los países socialistas europeos, Alarcón y Silvia Urbina (también ex integrante de Cuncumén) formaron un dúo que registró un single con canciones rusas y seis canciones propias, entre ellas, “Doña Javiera Carrera”. Como pareja artística, Urbina y Alarcón se unieron a la gira “La imagen de Chile”, que recorrió Perú, Panamá y Estados Unidos.
Entre 1964 y 1965, además, alcanzó un gran reconocimiento como compositor al entregarle obras a conjuntos como Los Cuatro Cuartos («Doña Javiera Carrera» y «El negro cachimbo») y las Cuatro Brujas («Adónde vas soldado» y «Mi abuela bailó sirilla»), esta última la creó para una competencia de composiciones de colegios que ganó.
Al regreso de la gira, el profesor se integró al elenco de “La pérgola de las flores” para una gira a México, viaje en el que compuso uno de sus clásicos: “Si somos americanos”. Esa canción fue incluida en 1965 en el disco Rolando Alarcón y sus canciones, su primer trabajo como solista.
En 1966 lanzó su segundo trabajo: Rolando Alarcón, que incluye “Mi abuela bailó sirilla” y “Doña Javiera Carrera”. Su nombre volvería a repetirse en el título de su tercer disco, ahora firmado por Odeón: El nuevo Rolando Alarcón (1967). El giro del compositor para entonces fue hacia la contingencia social y hacia sonidos que se alejaban del folclor y se acercaban a otras expresiones más modernas. El disco incluyó ritmos “a-go-go” interpretados junto a Los Tickets.
En 1967 participó por primera vez en el Festival de Viña y logró el tercer lugar con “Niña sube a la lancha”, interpretada por Pedro Messone (canción que en el año 2000 fue elegida entre las diez mejores de la historia del festival). En 1969 consiguió una mención honrosa en el Primer Festival de la Nueva Canción Chilena con “Canción de Juan el pobre” y en 1970 volvió a Viña, donde ganó con “El hombre”.
Grabó su primer LP como solista en 1965, incluyendo grandes éxitos como «Si somos americanos» y «Mocito que vas remando». Le siguió otro larga duración de bastante éxito, tras lo cual tuvo un giro más decidido hacia la Nueva Canción, lo que le costó la censura de dos de sus canciones («Se olvidaron de la patria» y «Escuche usted general»). En 1968 formó su propio sello, Tiempo, que comenzó con su exitoso trabajo Canciones de la Guerra Civil Española10 y prosiguió con numerosos trabajos hasta El alma de mi pueblo, su última producción de 1972.
Ganó el género folclórico del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, junto al dúo Los Emigrantes, formado por Enrique San Martín y Carlos Valladares, en 1970 con la canción «El hombre» y participó en el Festival de Cosquín de 1971; en febrero y marzo de dicho año fue parte del elenco del Tren Popular de la Cultura. Al año siguiente fue designado como asesor musical del Ministerio de Educación.
En paralelo a su actividad en festivales y giras, Alarcón mantenía activa su carrera en los estudios de grabación. En 1968 registró uno de los pocos discos suyos hoy disponibles en el mercado: Canciones de la Guerra Civil Española. Con este álbum, el cantante inauguró su propio sello discográfico, Tiempo, e inició su relación con el dúo Los Emigrantes, que integraban Enrique San Martín y Carlos Valladares.
Como la mayoría de sus contemporáneos, Rolando Alarcón fue un invitado frecuente de las peñas de la época. Carmen 340 sería entonces uno de sus domicilios conocidos en la Peña de los Parra, pero su participación como cantor y poeta más amplia y decidida tuvo lugar en la peña "Chile Ríe y Canta", fundada en 1967 por el locutor René Largo Farías como la prolongación escénica del programa de igual nombre que había creado en 1963 en radio Minería. Para estas fechas el compromiso social y político de Rolando Alarcón iba en aumento, fenómeno que quedó representado en 1969, cuando grabó Por Cuba y Vietnam, y en 1970 cuando volvió a grabar un álbum, con poesía soviética.
Para esa fecha Alarcón era un decidido activista de la campaña que llevaría a Salvador Allende y la Unidad Popular al mando del poder político en Chile. Como entusiasta de la causa participó intensamente, hasta que en 1973 y en medio de una gira "Chile Ríe y Canta", su corazón hizo crisis al intentar empujar una micro del recorrido Matadero-Palma en la que viajaba el elenco de la peña. Una antigua úlcera le provocó una hemorragia interna y falleció el 4 de febrero en Santiago. El recorrido de su vida y la asombrosa prolifidad de su creación se encuentran estupendamente relatados en el libro Rolando Alarcón, la canción en la noche, biografía publicada en 2009.
En 2000, ya nuevamente en democracia, su canción «Niña, sube a la lancha» participó en el Festival de Viña del Mar, siendo interpretada por el grupo folclórico Cantamérica.
En 2005, Canal 13 hizo un capítulo de canción nacional donde se habló de la Nueva Canción Chilena y de Rolando Alarcón. En 2010, con motivo del Festival de Olmué, Rolando Alarcón estuvo representado por el grupo Las Cuatro Brujas; en esa competencia, finalmente ganó Víctor Jara como el "mejor compositor chileno de todos los tiempos". Hoy en día su trabajo musical ha sido en parte olvidado, pero cada año en sectores populares de Chile se realizan actividades y conciertos sobre el cantor.
En 2009, el profesor y músico Carlos Valladares y el periodista Manuel Vilches publicaron a través de Editora Nacional Quimantú el libro Rolando Alarcón, la canción en la noche, el cual habla de la vida y obra del trovador.12
El 4 de febrero de 2013, en conmemoración del aniversario número 40 de la partida del folclorista, se realizó un concierto en el restaurante Mesón Nerudiano, donde participaron los músicos Felo, Eduardo Peralta, Marcos Acevedo, Rafael Manríquez, entre otros. En dicha ocasión se anunció también el futuro lanzamiento de un álbum de versiones de distintos artistas con las canciones de Rolando Alarcón.13También se anunció que a lo largo del 2013 se relanzaría el libro escrito por Vilches y Valladares y a su vez se editaría un disco tributo con la participación de artistas de la Nueva Canción Chilena y del Neofolklore.
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